Para todos aquellos que buscan la verdad

‎"Es falsa la hisoria que nos ensenaron. Falsas las creencias economicas con las que nos imbuyeron. Falsas las perspectivas mundiales que nos presentaron y las disyuntivas politicas que nos ofrecen. Irreales las libertades que los textos aseguran. Volver a la realidad es el imperativo inexcusable". Raul Escalabrini Ortiz

jueves, 19 de mayo de 2011

Que viva el 15-M!!!!

Una ola de despertares se está manifestando, una generación estafada, engañada, exige respuestas. Los convencieron de que las cosas siempre irían bien, de que eran el primer mundo, de que a través de créditos e hipotecas adquirirían los carros y las casas de sus sueños, y los pagarían en cómodas cuotas e intereses bajos.

Después de salir de una dictadura de décadas, tener la opción de elegir entre dos partidos, generó una sensación de democracia, los hizo sentir libres, y los convenció de que era posible elegir a los gobernantes que quisieran. Pero nada más lejos de la realidad, ya que lo que se constituyó fue una dictadura de dos partidos, el Partido Popular y el Partido Socialista Obrero de España, que de Socialista, muy poco.

No soy un gran conocedor de la historia Española, y estoy mas familiarizado con el último Gobierno, el de Zapatero, ya que es el mas reciente. El Presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, pertenece al Partido “Socialista Obrero” español, y el entrecomillado se debe a que las medidas que ha tomado, han sido de muy poca sensibilidad social, y han tendido más al liberalismo económico.

La primera actitud del Gobernante con respecto a la crisis, fue la de negación. Quiso ocultar que la bonanza española de los años anteriores había acabado, fueron muchos los discursos en los que negó el carácter estructural de la crisis, y los calificó de coyunturales.

Luego de que la crisis se hizo evidente hasta para el más ciego, entonces afirmaba el Presidente que la crisis ya había acabado. Que gracias a las reacciones de su gabinete, habían podido superar la crisis, que sólo meses antes, según él, no existía.

Lo cierto es que, que de superada la crisis no tenía nada. La tasa de desempleo hoy supera el 20%, y los más afectados son los jóvenes, en cuyo caso la tasa de desempleo asciende a un 40%. Con la complicidad de los políticos, la Banca comenzó a aumentar los intereses de las hipotecas, sin una intervención de las instituciones del Gobierno para proteger a sus ciudadanos. Cientos de personas perdieron sus casas, al no poder costear estos aumentos indiscriminados, y la banca se escudaba en la crisis, esa crisis creada por ellos mismos, por las facilidades que les daban los gobiernos, no sólo el de España, sino de Europa y EEUU, que no imponían una regulación adecuada a las maneras que usaba la Banca y el sector financiero en general para generar ganancias.

Pero no es de economía de lo que quiero hablar, aunque para llegar al punto, hay que explicar como se llegó a éste. De lo que quiero hablar es de la voz de una generación que está insatisfecha, porque no se siente representada por los partidos políticos, no diré tradicionales, porque en mi opinión, todos los partidos son tradicionales en su forma de actuar, no importa la fecha en la que estos fueron fundados. Pero no sólo los partidos tradicionales, la gente (además de los jóvenes, personas de distintas edades se han sumado a las manifestaciones) no se siente identificada con esta manera de hacer política, con esta manera de organización, es decir, con el sistema. De lo que estamos hablando, es de una crisis sistémica, que se ha hecho evidente por la crisis económica. No sólo está mal la economía, sino que la gente siente que los partidos no representan las diferentes realidades que conviven en un mismo país, las personas no se sienten representadas, y tal vez, haya llegado el momento de dejar de delegar nuestro poder en otros y ejercerlo nosotros mismos.

La trampa del sistema representativo, es que poco a poco, desvincula al ciudadano del acontecer político, económico, social, etc. El ciudadano siente que mientras tenga trabajo y casa, todo está bien, cae en el engaño de que su opinión o su acción no son importantes; mientras esté cómodo, la política es para los políticos, no para ellos.

Entonces el contribuyente cree que la democracia es sólo votar cada 5 años, y que lo demás sale de sus manos. Es decir, se desgasta la democracia, de tal manera, que los políticos van por sus propios intereses, al no sentir la presión de la sociedad civil, y no por los intereses de sus representados.

Este proceso se acentúa cuando la sociedad tiene una calidad de vida alta, un estado de bienestar tal, que no le obliga a pensar en cómo se están haciendo las cosas, en qué decisiones está tomando el Gobierno, y sólo lo deja pensar en su trabajo y en su familia, porque “no hay nada de que preocuparse”.

Y así se formó la generación anterior en el primer mundo, con una especie de soberbia, de esa que tiene el que cree que nada podrá afectarlo, y los volvió ciegos. Dejaron todo al Gobierno, y éste a su vez, dejó muchas decisiones en manos de la banca privada y de los organismos internacionales como el FMI y el BM, que aún hoy siguen recomendando, como si fueran recetas, políticas económicas que benefician al sector privado (privatizaciones), y afectan a las clases populares, al quitarles la protección de los Gobiernos.

En fin, todas las causas anteriormente explicadas, mas muchas otras que escapan de mi conocimiento, nos han traído a una época de cambio, donde el sistema nos tiene al borde del abismo, si seguimos el mismo camino, caeremos, así que no hay otra opción más que cambiar de rumbo.

Estos jóvenes, no saben que sistema se debe adoptar para salir de estas dificultades, pero de lo que están seguros, es de que el sistema actual ha caducado, ha fracasado, y es necesario algo nuevo, incluyente, con sensibilidad social, algo nunca antes visto, algo que no se ha inventado, algo que no tiene nombre. Que no venga nadie a tratar de aprovecharse de este descontento y capitalizarlo para seguir con las antiguas maneras de hacer política; éste es un problema nuevo, por lo tanto no se puede arreglar con una receta vieja. Ni derecha, ni izquierda, ni capitalismo, ni socialismo; lo nuevo, aún no tiene nombre, apenas se está gestando en las mentes de los jóvenes, en las conversaciones en las calles, en las universidades, en las casas de familia. No puedo ocultar mi felicidad por este movimiento, porque representa todo lo que pienso particularmente, y no puedo hacer mas que propagar la idea, contagiar a los demás con el germen, de que entre todos, respetando a cada uno, y poniendo a la vida por delante de los intereses económicos, políticos o militares, creemos un nuevo sistema en el que todos podamos acceder a los servicios básicos, a condiciones dignas de vida, a sentirnos protegidos, es decir, que todos podamos acceder a la felicidad.

Que viva el 15-M!!!!!!